Miércoles 12 de noviembre de 2014
OPINIÓN
Como el telón de un escenario que cambia de cuadro con las estaciones, la tromba de agua y la tormenta, con fuerte aparato eléctrico, y el rayito de sol que burló los negros nubarrones, dejó a Oviedo tocada con el brillo que aportan ambos elementos.