Sábado 04 de abril de 2015
OPINIÓN
Si tuviera que de finir la característica común de las procesiones de Semana Santa en Madrid, creo, sin lugar a dudas, que diría que allá donde un día reinó el silencio, ahora, el bullicio; donde el respeto, ahora la algarabía; donde la oración, ahora las manos sujetando un Smartphone o una cámara digital de bolsillo… cada vez más frecuentes, los palos para el selfie.