Honorio FEITO | Miércoles 27 de enero de 2016
Ante un salón de sesiones completamente abarrotado (el del Centro Cultural de los Ejércitos, como llaman ahora a lo que antes fue el Casino Militar de Madrid), hizo su presentación al gran público el blog @GeneralDavila. Venía precedido por una estela de éxito al despertar sus trabajos, más que la curiosidad del gran público, la conformidad con los argumentos expuestos en sus artículos. Pero ni los organizadores, los cuatro generales del Ejército que lo componen (el Teniente General Emilio Pérez Alamán; el general de División del Ejército de Tierra, Rafael Dávila; el general de División de Infantería de Marina, Juan Chicharro, y el general de Brigada, Adolfo Coloma), pensaban en la masiva presencia de público en este acto. Más si tenemos en cuenta que muchos de los eventos culturales que se celebran en Madrid, salvo excepciones, apenas concentra a una veintena de asistentes. Ussía (don Alfonso), entre cuatro generales, puso la nota de humor precisa y fina.
Creo no equivocarme si atribuyo gran parte del éxito de este blog @GeneralDávila a las continuas provocaciones de la clase política, sea cual sea el partido que esté al frente de las instituciones, y al hartazgo de una gran parte de la sociedad española que ha visto, por encima de los atropellos y las injusticias (Ley de Memoria Histórica, principalmente), cómo a los españoles se les ha extirpado el amor propio en su ADN, en cuarenta años de régimen partitocrático en el que la ambición y el egoísmo, unido en ocasiones a la ineptitud de muchos de los que ejercen cargos públicos.
Hay quien piensa que el sentido común es el menos común de los sentidos. Sobre el tópico, los constantes ataques al sentido común de los españoles (la fanfarria del independentismo catalán, o la presencia de los anti sistema en las altas esferas de la gobernabilidad del Estado), han hecho bien su trabajo, y ya son pocos los que verdaderamente conocen la Historia, rica en hechos y en protagonistas, de nuestra Patria, e, incluso, la definición de la palabra Patria. El uso fraudulento del idioma, utilizado como vehículo en los medios de comunicación afines, ha conseguido poner en boca de indocumentados algunos términos de los que desconocen su auténtico significado, pero cuyos efectos utilizan como arma arrojadiza contra el componente ideológico de los que no son como ellos. Ser español, y ejercerlo, está generalmente mal visto. Y en esto, la derecha ha sido más sectaria que la izquierda.
El trabajo sucio, por parte de los encargados de que España no sea reconocida ni por la madre que la parió, a lo largo de estas últimas décadas, ha dejado inerme el sentimiento español. Para la mayoría de los jóvenes de hoy, supone un reto social declararse español, si ello supone validar un sentimiento y no una nacionalidad. Por eso, más allá del problema concreto que afecta a los españoles en general, y a los jóvenes más en particular, como puede ser el paro, la falta de perspectiva laboral y social etc., carecer de amor propio es el peor remedio para ellos porque supone la falta de la capacidad de protestar, de exigir, de demandar, de obligar a los dirigentes en general a cumplir con su tarea. Supone la capacidad de no dejarse embaucar con palabrería, y de reclamar lo que les pertenece, desde un trabajo digno a la acción de la Justicia frente a tanta corrupción. Supone, en definitiva, no dejar caer los brazos y aceptar lo inevitable.
Las instituciones que mejor han conservado los valores patrios –el Ejército, por ejemplo- han sido sutilmente y virtualmente congeladas, obligándolas a renunciar a sus principios cuando el interés político lo ha exigido (la retirada, por ejemplo, de nuestras tropas de Irak, en 2004 por parte de José Luis Rodríguez Zapatero). El contacto entre el Ejército y la sociedad es esporádico, más cuando los jóvenes españoles ya no hacen el servicio militar; más cuando cada vez, entre los problemas de presupuesto y las intenciones de nuestros políticos (Rajoy, consideró un “coñazo” un desfile militar cuando aún estaba en la oposición), se reduce no sólo el personal sino también el equipamiento. No obstante, son muchos los españoles que muestran su admiración y agradecimiento a nuestras Fuerzas Armadas, a la menor ocasión que éstas tienen de confraternizar con el pueblo (como dicen los horteras).
En la presentación del blog @GeneralDávila hablaron los cuatro generales. Definieron el blog, y las líneas que pretenden marcar a través de esta publicación, y no faltaron ideas y apoyos entre los presentes, que expusieron, dentro de la brevedad necesaria por la asistencia y el afán de participar, la preocupación por la situación actual. Especialmente clarificador, dentro de la concisión, fue la intervención de don Pedro González Bueno que apuntó, con certera precisión, el origen de muchos de los problemas que padecemos actualmente, y que él señaló como el periodo que comienza a partir del 20 de Noviembre de 1975, tras la muerte del Generalísimo. La liquidación de una España real muy distinta a la actual.