OPINIÓN

EL TAXI Y EL SERVICIO PÚBLICO

Honorio FEITO | Jueves 31 de enero de 2019
En el conflicto del taxi, como se ha dado en llamar a la protesta del taxi convencional contra las nuevas plataformas VTC, que algunos españoles venimos padeciendo desde hace unos días, y que ocupan los espacios informativos y protagonizan el colapso en las importantes ciudades españolas, no se ha tenido en cuenta la opinión del tercer factor, el más importante, que es el que representan los usuarios

No he visto encuestas, declaraciones, opiniones de los que cada día utilizan este servicio público, pero me parece que los taxistas, a pesar del triunfo logrado en Barcelona, con la colaboración patética del Govern, ha logrado echarse a la sociedad en su contra por la actitud, a veces prepotente y violenta, con que han llevado su lucha. Que los taxistas defiendan su tarea con unas condiciones dignas y traten de garantizar sus puestos de trabajo es un derecho que ejercen con toda justicia, pero eso incluye también la necesidad y la oportunidad de adaptarse a los nuevos tiempos.

Un domingo gris, frío y lluvioso, de hace muchos años, me llevaron al estadio Santiago Bernabéu para ver un partido de liga entre el Real Madrid y el Athletic, entonces Atlético, de Bilbao. Aquel día, en lugar de acceder al estadio en una vieja camioneta que partía de la plaza de Cascorro y hacía el trayecto por apenas una peseta, fuimos en un taxi porque el taxista también era de la peña y también venía al fútbol. A medida que nos acercábamos al estadio, paseo de la Castellana arriba, el taxista, que vestía una especie de sahariana Mahón, tomó la gorra de plato que llevaba sobre el salpicadero del Seat 1500 y dijo: “están ahí los guardias, no vaya a ser que me multen por no ir debidamente uniformado”. Después de ese recuerdo lejano, la indumentaria de los taxistas ha pasado por muchas fases, incluso, en algunos casos que no en todos obviamente, por las playeras y floreadas bermudas. Aunque existe una normativa municipal, la presencia del conductor, su amabilidad, su afán de servicio, la higiene personal y la del vehículo… es lo que los usuarios, con los que he podido hablar sobre este tema, critican con más ahínco. Las VTC son la otra imagen del taxi, más personalizado, más eficiente, más educado, más servicial… los coches ofrecen una sensible mejora tanto en sus marcas y modelos como en la puesta a punto para el servicio, los conductores van perfectamente vestidos (la mayoría de corbata), el vehículo ofrece desde el servicio wifi hasta agua mineral y el conductor te invita a elegir la emisora de radio que prefieras y la temperatura interior del coche…

Entre las reivindicaciones que la representación de los taxistas ha exigido a las autoridades (escribo a media tarde del miércoles 30 de enero de 2019), parece que están la de que las VTC tengan que ser avisadas con una antelación de una hora para prestar sus servicios, no poder circular en busca de clientes y tener que hacer un recorrido previo e, incluso, han sido criticadas por llevar los cristales tintados. A mi, que observo como mero usuario, me parece que lo que buscan los taxistas es eliminar la competencia que representan las VTC, sin alternativa. No he oído ninguna oferta para mejorar el servicio del taxi convencional y elevarlo al de sus competidores, ni siquiera una estrategia para igualarlas en precio por recorrido.

El taxi convencional tendrá que adaptarse. No basta con que defiendan su puesto de trabajo, del que dependen miles de familias. Tendrán que ofrecer algo más que represente una mejora del servicio y con ello la satisfacción del ciudadano. No es un problema de héroes, como algunos gacetilleros tratan de hacernos creer, pues el taxi, como todo servicio público, está para eso, para atender nuestras necesidades con actuaciones, a veces, que traspasan el límite de lo normal. Si se salieran con la suya y obligaran a las VTC a restringir sus actuaciones ¿qué vendría después? ¿Exigirían los taxistas que desaparecieran las empresas de alquiler de vehículos eléctricos sin conductor? ¿Luego las bicicletas? ¿los patinetes?